Una Gota de Agua Limpia

Foto de una gota de agua a punto de caer
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Al crecer en Oregón, siempre había agua disponible para beber, cocinar, regar y otras necesidades. Conseguir que el agua fluyera era tan fácil como girar el pomo. Siempre estuvimos agradecidos de que esta necesidad básica se pudiera satisfacer tan fácilmente. Cuando mis padres eran pequeños, conseguir agua requería de una jarra o un guacal (un recipiente grande) para transportarla desde el río o el cuerpo de agua más cercano. Tenían que llevar estos pesados ​​guacales a casa y luego hervir el agua para que fuera segura para beber y cocinar. Hubo momentos en los que se requirieron múltiples viajes.

Cuando éramos pequeños, siempre jugábamos con el aspersor, corríamos con pistolas de agua con varios niños y mojamos el trampolín y brincábamos. Después de jugar, corríamos dentro de la casa para tomar un vaso de agua o nos quedamos afuera y tomábamos de la manguera. Al fin de día, íbamos para adentro para bañar y limpiar de lo sucio que estábamos. Mientras estaba creciendo, el agua era algo que siempre teníamos entendido y asumimos que estaba limpia y segura. La idea de que el agua podía haber estado llena de contaminantes, químicos, o cosas peligrosas fue algo que nunca se nos ocurrió.

Durante el tiempo que crecí y maduré, mis ojos se abrieron a problemas de los que estaba protegido y de los problemas que no sabía que estaban sucediendo en mi comunidad, o en los vecindarios o pueblos cercanos. Como va el dicho, “Calladita(o) te ves más bonita(o)”. Crecí a no causar problemas y aprender a vivir y adaptarme a las condiciones que nos daban. Provocar un alboroto o quejarnos no era lo mejor para nosotros o atraer, lo que creíamos, atención innecesaria.

Yo he ayudado a las personas para que tengan acceso y apoyo para satisfacer sus necesidades básicas. Sé que lo último que debería preocupar a las personas que enfrentan desafíos y barreras en la vida es de dónde vendrán los alimentos, el refugio o las necesidades básicas, como el agua. Siempre me he dedicado y apoyado a empoderar a las comunidades y defender la justicia para quienes se encuentran en diferentes etapas de la vida. Las personas siempre pueden necesitar un compañero o apoyo en los momentos difíciles.

 

El agua es una necesidad fundamental, pero también puede ser peligrosa en formas que no esperamos. Cuando pensamos que el agua es “peligrosa”, generalmente la asociamos con riesgo de ahogamiento o de consumir agua de lugares como los ríos que pueden tener bacterias o virus que ponen nuestra vida en peligro. Pero un área que no creemos que el agua sea peligrosa o nos puede poner la vida en peligro es en nuestra propia casa. Imagínese esto: tiene sus filtros para la agua, ha estado filtrando la agua y pensando que la agua de su casa es segura para consumir, cepillarse los dientes, lavar sus platos después de la cena con su familia, y dársela a sus animalitos y sus niños. Luego, les informan que el agua está contaminada por un químico llamado nitrato. Ahora esa simple vuelta de la llave te hace pensar y causa miedo a quienes han consumido esta agua durante los años, décadas y generaciones. Te hace pensar y preguntar: “¿Cómo obtenemos agua segura y confiable?" “¿Cómo sabemos si nuestra agua está contaminada o es segura?” “Si mi agua es peligrosa para mi familia y para mí, ¿cómo podemos obtener agua para nuestras necesidades diarias?” Empiezas a adoptar una mentalidad de supervivencia.

La corriente ha cambiado para la gente exactamente de esta manera y se les ha quitado una necesidad básica de debajo de los pies: el agua. Durante generaciones y décadas, los habitantes de la Cuenca Baja de Umatilla, en el este de Oregón, han confiado en que el agua subterránea de sus pozos sea segura para beber, lavar platos, compartir con sus animales, y ahora se enfrentan a un futuro incierto. El agua de pozo doméstico en los condados de Umatilla y Morrow ha sido contaminada con altos niveles de nitrato, lo que la hace peligrosa para el consumo humano. El consumo de altos niveles de nitrato puede provocar problemas de salud como el síndrome del bebé azul, cáncer de tiroides, abortos espontáneos y otros. Los vecinos de estas comunidades con pozos con altos niveles de nitratos han visto esto en sus vidas. Una vecina tuvo un aborto espontáneo, no una, sino dos veces. Otro vecino perdió a su esposa a causa del cáncer. Otro vecino, que tiene uno de los niveles más altos de nitrato, perdió la capacidad de hablar. Muchos han perdido animales. Todos estos vecinos, amigos y familias tienen una cosa en común: altos niveles de nitratos en el agua de su pozo. Esta agua contaminada estuvo consumiéndose durante años sin que ellos lo supieran. Sus experiencias vividas y sus trágicas pérdidas hacen que la comunidad se pregunte si los altos niveles de nitrato son el culpable y la causa de toda esta pérdida. Este miedo y preocupación ha hecho que la comunidad se una y busque respuestas y alivio.

Estos temores y preocupaciones no sólo ocurren en la Cuenca Baja de Umatilla. Incluso el agua en Milton-Freewater tiene riesgos y peligros ocultos. El año pasado, se encontró PFOS, una “sustancia química eterna”, en el agua de la ciudad en más del doble del límite considerado seguro por la Agencia de Protección Ambiental. Este tipo de noticias trae miedo y preocupación a quienes no saben cómo navegar por estas declaraciones o datos desconocidos. Para las personas cuya primera lengua no es el inglés, la situación es aún más desafiante. La información que la gente recibe a través del correo suele ser demasiado complicada para que la comprendan la mayoría de las personas. Es difícil saber qué tan grave es el problema y durante cuánto tiempo hemos estado expuestos. Este es un terreno desconocido que es similar al problema que ha estado sucediendo en la Cuenca Baja de Umatilla.

Cuando las corrientes se juntan y chocan para ir en la misma dirección, se genera una fuerza y ​​una perturbación mayores. Eso es lo que se ha visto en la Cuenca Baja de Umatilla, donde los miembros de la comunidad están siendo afectados por esta contaminación. Es posible que las comunidades de la Cuenca Baja de Umatilla no estén de acuerdo en multitud de cosas, pero una cuestión importante en la que pueden unirse es el derecho al agua potable. No importa de dónde vienes, quién eres, los alimentos que comes y elaboras, o las creencias que tienes, la comunidad está de acuerdo en que todos merecemos tener una fuente limpia de agua potable.

Las corrientes y movimientos separados se han enfrentado y unido por el trabajo realizado en conjunto. Al principio, la separación y ver a cada vecino como un estorbo y la nula colaboración de un extremo provocó más daño y miedo.   Los vecinos ahora se han unido, con un interés genuino en conocerse unos a otros a pesar de sus diferencias, y han encontrado otras formas de comunicarse cuando no hay interpretación disponible. Una comunidad que alguna vez ignoró a sus vecinos porque no hablaban con cada uno , ahora busca y solicita acceso a la justicia lingüística, reconociendo la importancia de incluir las voces de nuestros vecinos que no hablan inglés. Las personas afectadas por la calidad del agua y que tienen que cambiar sus medios de vida están cansadas de respuestas prolongadas y acciones demoradas. El derecho al agua potable es una corriente que sólo está creciendo y ganando impulso con el apoyo de varias organizaciones externas y personas que desean que esta necesidad básica sea satisfecha y resuelta. La subida cuesta arriba parece no tener fin, pero la resiliencia, la pasión y el corazón de estas personas sólo seguirán haciendo que la ola sea más grande y proporcionando una fuente de agua segura para todos.

Cuando abres la llave del grifo para tu taza de agua, prepara tu café del día, compartir con tus animales o utilizarlo para las tareas de la casa, piense en aquellos que no tiene el mismo acceso que usted. El agua es una necesidad básica y todos deberíamos de tener acceso a agua potable.

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Community, Health, Natural resources, Spanish, Español

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